os gusta el nuevo relato sueños de una cazadora??

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domingo, 3 de enero de 2010

9º parte¡¡¡¡

nueva parte¡¡¡
esta es la tercera parte de la primera parte xD
dentro de poco entramos en la segunda¡¡¡
espero k os guste a tod@s¡
un besazooooo ;)


TERCERA PARTE: EL CAMINO CORRECTO
Una multitud. Estoy rodeada de una multitud, pero no de una cualquiera. Recorro con la mirada cada rincón de la fiesta y en mi camino reconozco varios rostros. Estoy en la fiesta, de nuevo, pero esta vez no bailo en medio de la pista, sino que, desde una oscura esquina me dedico a recorrer con mi vista todos los rincones del local.
Desde este sitio tengo una panorámica excelente de Alexander, aquel a quien he venido a buscar. Ahora mismo se dedica a observar con una máscara de decepción cómo bailan las distintas parejas. Exactamente como yo, solo que él no puede verme, estoy absolutamente camuflada en la oscuridad. Me pregunto en qué estará pensando. Tal vez en cómo he podido dejarle plantado nada más empezar el baile. Mi rostro se deforma en una expresión de lástima y culpabilidad, pero sólo dura una milésima de segundo, porque en seguida se transforma de nuevo en una sonrisa torcida. Involuntariamente, me llevo las yemas de los dedos hacia los dos perfiles curvos que aparecen ahora en mi dentadura. Sonrío con aprobación.
Me planteo por un instante la posibilidad de buscar a mi maestro y compartir con él el resto de la noche, antes de que lleguen de nuevo los odiosos rayos de sol que me separarán de él. Tengo muchas ganas de hacerlo, pero ese no es el plan que ÉL a escogido para mí, y de ninguna manera voy a desobedecerle. Es mejor que siga con el plan.
Lentamente, me levanto de la incómoda silla de plástico dispuesta frente al equipo de música y me acerco hacia mi objetivo, cruzando la sala de lado a lado. La multitud sigue bailando sin darse cuenta aparentemente de mi presencia, sin embargo, yo puedo leer en los rostros de la gente el aturdimiento momentáneo que les produce mi roce.
Siento los ojos confusos de Alexander sobre mí y alzo la mirada. Mis ojos se encuentran con los suyos y empiezo a vacilar. Por mucho que haya cambiado, aún no sé si estoy preparada para hacerle daño, pues él es... fue la persona más importante para mí antes de sufrir el cambio y eso es algo difícil de ignorar. Pero cuanto más vacilo, más me enfado conmigo misma por no ser capaz de hacerlo y eso hace que me enfurezca con Alexander, por ser la fuente de mis problemas. Si ÉL me viera no se sentiría nada orgulloso de mí.
Me planto delante de Alexander con el ceño fruncido y me doy cuenta de que estoy cometiendo un error. El plan me obliga a sonreír. ÉL está débil y necesita mi ayuda. Con un gran esfuerzo, consigo alzar las comisuras de mis labios y formar una débil sonrisa.
- Hola, Alexander.
- Linda...- empieza diciendo él. Sus ojos me miran sin comprender, pero puedo sentir un atisbo de furia en su interior.
- Lo siento.- Le interrumpo. A continuación, las mentiras salen como un torrente de mi interior. – Sé que soy una estúpida, y que mi excusa te sonará muy falsa, pero es que cuando me has recordado lo de la marca negra en mi piel me he sentido muy insegura. No sabía si mi disfraz era realista de verdad y yo sólo quería impresionarte, así que he vuelto corriendo a casa y...
- ¿Porqué has tardado tanto? ¿Tienes idea de la de horas que llevo esperándote? Yo sí que me he sentido ridículo, no sé cómo has podido hacerme esto. Pensé que te hacía tanta ilusión como a mí venir al baile.- Ahora es él quien me interrumpe, y no me sienta nada bien. – Además, ¿qué es lo que te has hecho? Me gustabas mucho más antes, con la piel pálida. ¿De dónde ha venido la horrible idea de maquillarte absolutamente todo el cuerpo de negro?
- Pues verás, yo pensé que te gustaría más así, a mí me parece más realista.
- Tú no necesitas llevar un disfraz realista para estar guapa, y me parece ridículo que pienses que vas a quedar mal por no ir bien maquillada y que no te preocupe en absoluto dejarme aquí tirado.
Maldito humano. Sigo plantada delante de él, escuchando vagamente lo que dice acerca de lo dolido que está. ¿Porqué me siento culpable al escucharle? Sus malditos sentimientos no me importan. Lo único que necesito es llevarle hasta mi querido Kyle para que él pueda alimentarse libremente de su sangre. A ver si se calla de una vez...
- Alexander. Lo siento muchísimo, de verdad. Por eso necesito que vengas conmigo. Te he preparado una sorpresa muy especial exclusivamente para que me perdones. Por favor, confía en mí.- Digo cruzando los dedos tras mi espalda.
Lentamente, Alexander se levanta de su sitio, toma mi mano y me sigue. Antes de girarme para salir de la fiesta, él me coge por los hombros y me obliga a mirarle los ojos, que parecen jurarme que siempre estarán a mi lado y que él siempre va a confiar en mí. Mis ojos se empañan de lágrimas sinceras, una parte de mi no quiere hacerle daño, pero la otra me empuja a hacerlo y no puedo evitarlo. Él me besa en la frente y me da un pequeño empujón instándome a seguir adelante, a conducirlo hacia su propia tumba. Y no puedo evitarlo. Mis pies se mueven y ya nada podrá pararlos. Las lágrimas corren sin control por mis mejillas, pero él no puede verlas. Ojalá pudiera parar y dejarlo libre. Ojalá jamás hubiera coincidido con Kyle.
Mi mitad perversa se queda horrorizada ante esta oleada incontrolable de sentimientos, pero ahora comprendo que jamás podré dejar pasar por completo mi pasado. Y, por desgracia, tampoco mi presente.

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